Historia de César Corbacho, un locutor con trayectoria

El comunicador samario canta los goles con mucho sentimiento.

Por: Nestror Zambrano
ll semestre 

Son más de 35 años de entrega por su verdadera pasión: narrar deportes. César Augusto Corbacho Manrique nació para deleitar los oídos de multitudes con su particular relato, ese 
mismo que utiliza para narrar su vida.

Como todos los días después de su programa ‘Haciendo Goles’ de Radio Magdalena, César Corbacho dialoga con sus amigos en la puerta de la emisora, abrazados por el calor inclemente de la mañana.

Él es alto, moreno, de frente arrugada y unos ojos enmarcados por unas gafas que siempre usa. Ya los años se le notan, como también la experiencia en cada silaba de sus palabras, puesto que desde muy pequeño decidió marcar la diferencia: “Mientras los pelaos de mi cuadra jugaban fútbol, yo con un palito lo narraba, así que prácticamente esto viene desde que nací”.

Cada vez que habla de su infancia su mirada cambia de inmediato, se acerca más a la grabadora y se expresa con mayor propiedad. Ha sido un líder por naturaleza, organizaba torneos en su barrio Pescaíto; él era el locutor de los partidos, no jugaba tan bien al fútbol pero era feliz haciéndolo.

En la jugada 

La radio ha tenido muchas transformaciones, ha ido avanzando, las transmisiones en vivo han adquirido más dinamismo; César Corbacho ha sabido acoplarse a estos cambios, pero guardando su identidad y el estilo que lo caracteriza. Eleva su mirada cuando recuerda a Carlos Arturo Rueda, un gran narrador deportivo en la historia radial de Colombia. 

Él resalta el trabajo de los nuevos narradores, dice que hay variedad de estilo, que gusta más quien sostenga el canto de un gol y quien tenga la facultad de vender un producto en cada jugada, a lo que él llama “merchandising”. La narración deportiva adquiere más sentido cuando hay un buen grupo de locutores, comentaristas y voces comerciales, es tan importante esto para Corbacho que no le tiembla la voz para decir: “si no tienes buenos comentaristas y voz comercial, estas muerto… esto es de complemento”.

No deja escapar la oportunidad para contar una de las tantas anécdotas en su ejercicio periodístico. Con una leve sonrisa relata el día en que la esposa de Orlando Granados, arquero del Unión Magdalena, casi lo agrede físicamente porque lo bautizó con el apodo de “La Jirafa”. Siguió contando con orgullo, que en el historial de sus bautizos están Alberto Daniel Gamero, que lo apodó como Alberto de Jesús y a Luís Zuleta como “El Diablo” Zuleta. 

Cuando habla de su vida, suspira y hace una pausa, guarda silencio por segundos y comenta con melancolía la muerte de su madre, el ser que lo impulsó a seguir en la lucha por sus sueños.Ella fue la protagonista de la historia de su vida, con esfuerzos logró que él estudiara en Bogotá y en Barranquilla, donde se formó como un periodista. Posteriormente sería un gran locutor. 

El recuerdo de su madre lo lleva presente en su corazón.“no tuve padre porque murió cuando yo era muy pequeño, mi mamá fue padre y madre, ella fue lo máximo”.

César Augusto Corbacho es un apasionado por lo que hace, canta los goles con un 

verdadero sentimiento y describe un partido de fútbol con un lenguaje que solo él sabe 

utilizar. Alza su voz para despedirse con una frase muy precisa: “Yo soy feliz, porque hago lo que me gusta, yo gano plata con lo que me gusta y trabajo divirtiendome”

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