27 may 2013

Las TIC, entre el facilismo y la productividad

Por: Carlos Arjona
Egresado de la Escuela de Comunicación



Nuestro mundo evoluciona día a día. Cada mañana, sin saberlo, algo ha cambiado. Hoy es tan sencillo marcar dos teclas y esperar 10 segundos para comunicarse con una persona. Hace unos años, no muchos, era muy difícil intentar contactar a una persona directamente.


Existe un proceso social de trasformación que emerge desde las nuevas tecnologías. Este cambio se ha dado en centenares de ámbitos en el mundo. Interacción social, procesos 
industriales, espacios académicos, sistemas de transporte, entre muchos otros campos que se han visto beneficiados por las nuevas tecnologías y en especial por las llamadas TIC, Tecnologías de la Información y la Comunicación.


Dos grandes procesos se pueden observar en la aplicación masiva de las TIC: el teletrabajo y la educación a distancia, grandes mediaciones de supervivencia de las sociedades actuales; todo esto gracias al internet.

Para aplicar el concepto de Globalización en el que el mundo se conecta, debemos tener herramientas que nos permitan hacerlo. Entre las herramientas base se encuentran los teléfonos y computadores, a través de ellos solucionamos muchas de las tareas necesarias tanto en nuestro trabajo como en ambientes académicos. 


Las posibilidades que hoy nos ofrecen los teléfonos inteligentes son similares a las de un computador.  El paso a seguir es aprender a usar estas herramientas. Y principalmente ser conscientes de la utilidad que le damos y cómo hacemos que funcionen positivamente. 


¿Y cómo hacemos para trabajar o estudiar utilizando las TIC? 

El primer paso es la autodeterminación y la confianza. Pues la principal barrera que tenemos en el país para muchas de las funciones dentro de los empleos y los procesos académicos es el tema de la presencialidad.


¡Ojo a la brecha cultural! Países industrializados han aprendido a trabajar a distancia, aunque sabemos que hay labores, como la de un albañil, que solo se pueden realizar en su sitio específico. 

Así mismo, hay cientos de funciones que sí pueden ser realizadas desde tu propio hogar, desde un hotel o desde cualquier lugar de la tierra. Todo está en ser conscientes, tener un fin, y dar el uso debido a las herramientas.

Cito un ejemplo. Yo realizo un programa de televisión sobre tecnología, y aprovechando este tema hice una entrevista a un joven que vive en España, y trabaja para una empresa en Bogotá al tiempo que escribe documentos para su revista virtual, que también funciona en Colombia.

La entrevista, que se emitió en televisión, fue grabada gracias a varias herramientas de audio, video y transferencia de archivos. Todo esto sin necesidad de desplazamientos a Europa. Hay que insistir en la manera en la que usamos las herramientas. Facebook y Twitter son utilizados como espacios de entretenimiento, pero también son una gran herramienta de comunicación, comercialización y hasta de búsqueda de información. Insisto en la utilización de las herramientas con un objetivo claro. 


Recomiendo, entre otros, los libros de Ana María Jaramillo “Twitter para todos, su negocio en 140 caracteres” y “Redes sociales para todos” para que vean como aparentes sistemas de entretenimiento pueden ser utilizados para mejorar procesos laborales y académicos.

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