17 may 2013

La comunicación como estrategia organizacional


Por: Claudia Mejía
Docente


El ser humano por naturaleza es un ser social, es decir, que de manera espontánea o a manera de sobrevivencia, el hombre tiende a unirse con otros hombres para conformar grupos sociales en búsquedas de un fin colectivo; esto es lo que en principio se denomina organización. 

Lo anterior demuestra que el concepto de organización es tan antiguo como el ser humano. Sin embargo, sólo hasta un poco más de dos décadas se visibilizó la comunicación organizacional como un proceso fundamental para el buen desempeño de estos grupos sociales, ya sea en el sector público, productivo o académico. 

Es así como el rol de  comunicador organizacional ha ido ganando terreno de manera significativa, no sólo en las grandes organizaciones donde ya está claramente identificada su importante función. Sino que además, ha abierto paso entre organizaciones medianas y las denominadas ""pymes", donde se está entendiendo que la comunicación no es únicamente un factor de armonía e integración, sino de estrategia. 

En ese sentido, el concepto de estrategia viene a jugar un importante papel en la gestión comunicacional. Entendiendo por estrategia la definición de objetivos y metas colectivas, que ejecutadas de manera coordinada, permiten alcanzar la visión organizacional. 

De esta manera, el rol de los comunicadores pasó de ser "hacedores de medios" a "estrategias organizacionales", que aportan y generan alto impacto en la alineación sistémica de los objetivos y en la construcción de una cultura y clima laboral adecuado. Esto conlleva a la proyección de una imagen y reputación empresarial, que asegura no sólo la sobrevivencia, sino también la competitividad, el desarrollo y liderazgo en el entorno. 

El comunicador debe ser por tanto un visionario proactivo, capaz de anticiparse a posibles cambios internos y externos, de planear acciones y estrategias que desde los procesos comunicativos fortalezcan y preparen la organización para que pueda reaccionar rápidamente a estos cambios, adelantarse a la competencia e inclusive liderar nuevos modelos productivos, sociales, económicos y ambientales. No solo en los mercados objetivos, sino en la también en la sociedad.

La comunicación estratégica se convierte así en un modelo de gestión empresarial, donde la cultura organizacional, el liderazgo, trabajo en equipo, la conceptualización de imagen corporativa, los procesos internos de comunicación, las relaciones públicas, el mercadeo, la publicidad, y todas las demás formas de comunicación, adquieren un sentido superior y fundamental para la organización. 



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