Flor Beltrán
Estudiante de IV Semestre
Luego de haber dado unas vueltas por la ciudad, con la radio
del auto mal sintonizada y muchas preguntas
aun sin formular, llego a mi destino. Había cruzado antes cuatro
inclementes reductores de velocidad que ya hacen parte del final del recorrido
para entrar a la casa de Adiela.
Adiela Arrieta Mattos de 52 años, es la séptima de los doce
hijos criados por Vitelma Mattos Hoyos y Horacio Arrieta Díaz, todos crecieron
en el municipio de El Banco (Magdalena).
“Ay mi pueblo del alma” exclama Adiela.
Buscaba los papeles advirtiendo que ya muchos los había
botado, son los exámenes y la historia clínica de su enfermedad. Ella no se
detiene, desde la sala la veo en el cuarto conjunto, ‘Laboratorio Continental
‘dicen en letras mayúsculas, grandes y azules, cada uno de esos papeles.
Forzando sus ojos, uno de ellos recién operado, intenta leer
lo que dice cada hoja. Observo su figura, no es la misma de antes, la de hace
ya varios años cuando yo apenas andaba en ropa interior corriendo por la casa,
gritando: “tía esto, tía aquello”. Debo reconocer y siempre lo hago, Adiela o
‘Yeah’ como cariñosamente la llamamos, es mi tía favorita.
“Aquí tengo otras cositas Flore “me dice con su tono siempre
tierno y amable, se sienta conmigo en la sala. Son como jeroglíficos las notas
escritas por el médico, acompañados por mapas o especies de croquis del cuerpo
humano, en la que se señala en rojo, cada una de las afecciones que ha sufrido
‘Yeah’ durante los últimos ochos años.
Se vuelve con más papeles, no son necesarias las
radiografías, así que las deja en el cuarto. “Aquí tengo cuando me
hospitalizaron en la Mar Caribe” me dice.
Las fechas van de agosto a octubre del 2010. Existen muchas
cosas que la memoria no quiere recordar, hacerlo causa tristeza, esta es una de
ellas.
“El Lupus, lobo en latín,
es una enfermedad autoinmune, quiere decir, que el sistema inmunológico
de la persona se encarga de destruir tanto células sanas como enfermas,
ocasionando daños en el resto de los órganos y sistemas… Su origen es
desconocido, se le atribuye a causas ambientales, hereditarias e incluso
medicamentosas “esta es una definición amable dada por el Doctor Antonio
Iglesias Gamarra, medico inmunólogo y reumatólogo de Adiela desde fue
diagnosticada.
En el 2004 comenzó todo. Luego de meses de consultas,
tratamientos y exámenes, unos números negros, cifras borrosas, clínicamente
llamados títulos, arrojan el resultado.
“Me sentí mal porque ya empecé a conocer lo que me podía
suceder” cada oración iba interrumpida de una pausa, un ademan, unos ojos
tristes y brillantes. Sus manos estaban recogidas a momentos.
“¿Qué pensé? N o se que pensé, no se, no se… que todo iba a
ser diferente” decía.
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