Por: Diego García Ramirez
Coordinador de investigación
La investigación se
ha convertido en uno de los principales indicadores para medir la calidad de
las universidades, no solo en Colombia sino en el mundo entero. Por eso, no es
raro ver docentes, decanos y rectores presentando con orgullo los proyectps que
dentro de sus instituciones se realizan, así como el número de artículos
publicados en revistas inexadas nacionales e internacionales. Orgullo que no
está de más, pues para el caso colombiano y gracias a las realidades sociales,
plíticas y económicas, desarrollar investigaciones se ha convertido en una
quijotada.
Realizar proyectoes
en un país en el que el sistema educativo no se ha preocupado por formar
sujetos críticos y reflexivos, en el que las condiciones para la creatividad y
la innovación son aún muy precarias, no es una tarea fácil ni sencilla
Hace apenas una
década era muy poco lo que se hacía en investigación en Colombia, era una labor
marginal dentro de la vida universitaria. Una actividad que se concentraba en
unps pocos; lo que trajo como consecuencia que se mirara como algo excluyente,
como un lujo que se podían dar las grandes universidades.
Pero, en los últimos
años esto ha cambiado, no solo porque los organismos que vigilan la calidad de
los programas de educación superior y de las universidades tomen la
investigación como el criterio principal para medir el desempeño de las
instituciones educactivas; sino porque profesores, decanos y directivas se han
dado cuenta de lo valioso de la investigación en los procesos de formación, ya
que por medio de ella se pueden comprender los problemas que nos aquejan como
sociedad, para de esa forma preparar profesionales con habilidades en la formulación,
planificación y ejecución de proyectos que les permitan posecionarse en un
ámbito laboral cada vez más exigente y dinámico.
De ahí lo valioso
del trabajo que ha venido desarrollando la Escuela de Comunicación Social y
Peridismo de la Universidad Sergio Arboleda de Santa Marta, que con apenas 8
años de fundada, ha logrado vincular la investigación como una de sus
principales actividades y eje articulado en la formación de sus estudiantes.
Cinco libros como resultado
de investigaciones, igual número de artículos en revistas indexadas,
consultorías y asesorías a diferentes organismos, un sin número de
participaciones en eventos académicos, así como la consolidación de sus
semilleros con proyeccción local y nacional; evidencian la productiva labor
investigativa de la Escuela. Todo esto es una muestra más, de que a través de
ella se pueden poteciar las capacidades críticas y de reflexión que requieren
los profesionales de hoy; pues ademñas de permitirles entender las
particularidades de la región, ha posibilitado repensar los compromisos y
responsabilidades que tienen los comunicadores y los periodistas en un país en
el que diversas voces han sido acalladas y silenciadas
Por eso el reto que
la Escuela de Comunicación asume con cada uno de los proyectos que inicia es continuar
haciendo análisis con impacto social, que respondan a las necesidades del
entorno, para que de esa forma, la actividad investigativa y el reconocimiento
que se merece dentro de la realidad social y política del país.
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