En
la cancha de atletismo justo a las ocho en punto llegó él, con el cabello mojado,
contextura delgada, moreno, vestido con una camiseta azul y una sudadera negra.
Estaba solo, esperando a alguien,
entonces aproveché.
-¿Es
usted el campeón de lanzamiento de jabalina, disco e impulsión de balas?
-Sí,
soy yo.
-¿Me
permite un rato de su entrenamiento para hablar con usted? quisiera saber de su
vida, ganador.
-Bueno,
tan solo hablaré hasta que llegue Julio, debo entrenar para irme a trabajar.
-Está
bien, la ventaja es que ya sé de su vida, solo quiero escuchar su corazón. ¿Qué
se te pasa por la mente cuando recuerdas el día que despertaste en una clínica?
-“El
accidente del que fui víctima me cambio la vida, pero no mi buen corazón, al
contrario me dieron más ganas de salir adelante y conformar una familia común y
corriente”
-Y
hoy en día, ¿Cuál es su filosofía de vida?
-“Primero
que todo hay que perdonar; yo perdoné al señor que chocó contra la moto en la que
yo iba. Realmente pienso que la vida es
bella y que nada ni nadie puede apagar la luz que llevo dentro”.
Respuestas
como estas me animaron a escudriñar sobre la vida de este hombre que tiene la
fortaleza que cualquiera quisiera tener.
Apasionado por la vida y el
deporte, Jorge Linero nació en Santa
Marta el 18 de febrero de 1971, en el barrio El Pantano, ubicado al nororiente
del Distrito, y creció junto a sus padres y a su hermana, aún vivos.
Linero
no accedió a la educación secundaria por problemas económicos, pero su buen
estado físico, el apoyo de su familia y amigos lo llevaron a terminar de
enamorarse del deporte que su con la constancia lo hicieron merecedor de la
medalla de oro desde el año 2004 hasta el presente año 2013 en la categoría de
atletismo de campo, en el campeonato de la Liga de incapacitados de la Villa
Olímpica de Santa Marta.
Giro inesperado en la vida
Está
claro que, para alcanzar algo solo hay que tener la disposición y esa es la que
no le ha faltado a Jorge, quien desde las 14 años sentía un gran amor por el
deporte, pero a los 16 años sufrió un accidente de tránsito, en las horas de la
noche cuando conducía una moto con rumbo hacia su casa en la ciudad de Santa Marta,
exactamente una avenida principal “Avenida del Libertador” fue impactado por un
automóvil que por su alta velocidad no se percató de su presencia, causándole
graves heridas y una de esas fue para siempre.
Desde
ese entonces, su familia siempre le dio ánimo y sobre todo lo impulsó en el
deporte que tanto le gustaba aportándole, entre tantos gastos, lo necesario
para que estuviera al día con las clases.
Además,
contó con la compañía de alguna persona cercana para ir a los primeros
entrenamientos, los cuales empezó desde los 18 años con la ayuda de un profesor
capacitado en atletismo, quien lo citaba desde las 7:00 hasta las 11:00 de la mañana en el Poli Deportivo de la
ciudad de Santa Marta.
-Está
claro su buen estado físico, a pesar de su condición.
-A
pesar de que mis prácticas son extenuantes porque no hay sombra en la cancha,
el sol fuerte me molesta en los ojos y me maltrata la piel, el sudor es mi
segundo baño del día, yo doy todo de mí.
Actitud positiva frente a los obstáculos
En
este punto de la historia eran ya las 9:00 de la mañana, el entrenador estaba a
mi lado escuchando complaciente desde hace 25 minutos y solo interrumpió para
confirmarme la verraquera de Linero.
-El
entrenamiento constante todas las mañanas e incluso algunos días en las tardes,
el amor y las ganas de conseguir la medalla de oro hicieron de Jorge un experto
en lanzamiento de jabalina hecha de metal porque es la más económica, disco e
impulsión de balas.
-¿Cuál
es el Lanzamiento más fácil?
-Bueno,
Jorge le va muy bien en todas, pero se le facilita el lanzamiento del disco
porque este es más cómodo para agarrar por su forma circular. Sin embargo, su peso de 2Kg y su diámetros de
22 cm hace para lanzar con una sola mano hace que exista cierta dificultad y
concentración pues no puede salirse de un ángulo 34° 92' .
-¿Cuál
es su sueño como entrenador de este campeón?
-Que
consiguiera la medalla de oro, pero eso ya es rutina, (risas). Ahora tiene el oro desde hace nueve años, y
ese reconocimiento solo lo valoramos pocos, los de la liga, casi nadie sabe el
sacrificio y lo que ha logrado Jorge.
De
esta manera, después de dos años del accidente y de entrenar solo sin muchos
recursos, a falta de reconomiento y patrocinios, este hombre decidió ingresar
al equipo de atletas en la Villa Olímpica de su ciudad, la cual ha sido promesa
de la alcaldía y de Coldeportes para su restauración, pero solo ha quedado en
letras como lo confirmó Linero y su entrenador mostrándome los programas
institucionales en esta última entidad:
“En este sentido, el plan estratégico 2010-2014 del Instituto Colombiano
del Deporte COLDEPORTES, incluye
como uno de los ejes básicos el “Desarrollo y Liderazgo Deportivo” dentro del
cual plantea varios lineamientos de acción que desde el punto de vista técnico
– metodológico y administrativos conducen a lograr que los atletas de
rendimiento colombiano, cuenten con las condiciones necesarias para su
preparación deportiva y participación en competencias a corto, mediano y largo
plazo”.
Sin
embargo, estos inconvenientes no han sido limitantes para su amor por el
deporte y por ser orgullo de su familia. A pesar del abandono que ha mostrado el Estado hacia al deporte y sus exigencias de
infraestructura, María Amador, madre de Linero expresa: “Para mi hijo entrenar
diario es casi una experiencia religiosa, es imposible verlo contento si no
visita la cancha una vez al día. Cuando
estaba comenzando, yo lo acompañaba o mi hija pero ahora se va solo porque no
le gusta esperar a nadie”.
Camina sin desfallecer
Este
hombre luchador, valiente, y con temor únicamente a Dios, no tiene quejas con
la vida, pues su incapacidad no le ha afectado en su crecimiento personal, al
contrario se ha vuelto más fuerte e indiferente ante las miradas, los
comentarios de mala fe y la discriminación que en un comienzo lo tenían
apartado de la sociedad.
“El
es una persona encantadora, me enamoró su positivismo, su sonrisa, su buena
actitud, nunca me fije en su físico, ni en su condición, y no me arrepiento
porque me dio a un hijo hermoso y espero sea también un gran deportista”,
asegura entre risas Martha Calderón, la esposa de Jorge.
Este
luchador es de pocos recursos económicos y para sostener a su esposa e hijo, utiliza
el dinero que gana vendiendo minutos, en las horas de la mañana en el barrio
“Los Naranjos” hasta el medio día y los premios que recibe en los torneos, que
pueden ser desde dinero en efectivo hasta electrodomésticos, que casi siempre
vende o becas. También tiene aporte
económico de su esposa, quien vende almuerzos y postres, y de esta manera
sobreviven.